En la vida nos hemos acostumbrado en muchas ocasiones a tener cierto tipo de marcas en nuestra piel que la mayoría de las veces las tomamos como normales. Los lunares son ese tipo de marcas con las cuales muchos de nosotros nacemos, sin embargo con el paso del tiempo muchos de ellos pueden cambiar de forma y de color, e incluso podemos ver la aparición de lunares que nunca estuvieron en nuestra piel.
Es por esta razón, que hoy queremos hablar sobre la forma en la cual es posible identificar lunares cancerígenos según el ABCD del melanoma, de esta forma podríamos descubrir a tiempo la enfermedad y actuar de una forma temprana.
¿Cómo identificar los lunares malignos mediante el ABCD del melanoma?
Según las estadísticas se ha comprobado que alrededor de 300 personas mueren cada año producto del cáncer que se origina en la piel por medio de lunares cancerosos, por ello es tan importante que podamos identificar cuándo presentan una señal de alerta. El ABCD es una guía práctica y comenzaremos por la primera letra:
- Asimetría: una de las primeras señales de alarma que debemos considerar es que un lunar peligroso es aquel que es asimétrico, es decir que no tiene la forma del resto de lunares normales. Por lo general los lunares presentan una forma redonda que no se esparce o se sale en ningún momento, esto es considerado normal.
- Bordes: los bordes de los lunares cancerosos son por lo general irregulares y dentados, no tienen una forma definida, en este punto entonces podemos conocer la segunda de las características que poseen los lunares potencialmente peligrosos según el ABCD del melanoma.
- Color: otra de las características que nos permiten determinar si es o no potencialmente peligroso es el color. Los lunares rojos por ejemplo, marrones o rosados o mezclas de estos, son un signo muy fuerte y potencial de que algo está fallando, o de que ese lunar puede convertirse fácilmente en un cáncer. No todos los lunares rojos son entonces cancerosos, debemos por ello considerar las otras características como lo son los bordes y la asimetría.
- Diámetro: las medidas de los lunares cancerosos son clave. Una lunar normal, por lo general es bastante pequeño, no sobrepasa los dos milímetros. Sin embargo los lunares que tienen la tendencia de ser cancerosos, pueden medir más de medio centímetro de ancho o en escala se le puede comparar con el tamaño de un borrador de lápiz. Sin embargo no es una medida absoluta.
- Evolución: la última letra según este ABCD es la E, la evolución es una de las cosas que como personas debemos siempre estar pendientes. Los lunares pueden evolucionar rápidamente convirtiéndose en cancerosos, así que vemos un lunar normal que puede en cuestión de semanas convertirse en lunares cancerosos.
La recomendación general es que podamos siempre estar pendientes de nuestros lunares, además debemos también pedirle a alguien de confianza que pueda revisar aquellos ubicados en zonas que no podemos ver fácilmente.