El verano es una de las épocas más esperadas por las personas. Es la estación donde todos nos maravillamos con la playa, la arena y el sol…la idealización de una vida perfecta. Es la época donde también pensamos en lucir nuestro cuerpo lo mejor posible: contorneados, fornidos y sobre todo BRONCEADOS. Así es, ‘bronceado’, dígase en el lenguaje común: El brillo de la piel oscura que encandila y te convierte en el medio de atracción de tus reuniones.
Pero, ¿sabes el papel que cumple el bronceado?, según el médico especialista en Dermatología José Aparcana, el bronceado es más que el oscurecimiento natural de la piel, porque se convierte en una defensa de la dermis y epidermis ante los rayos ultravioleta.
“El bronceado va hacer una defensa, donde aumenta el pigmento de la melanina que tenemos cada uno de nosotros para proteger la parte interna de la piel. Cuanta más exposición solar haya, mayor va hacer el bronceado, porque [la melanina] va a intentar tratar de defender más la parte interna de nuestra piel”, sostiene el experto.
Aparcana añade que la sobreexposición a la luz del sol, puede generar daños irreparables, que muchas veces podría ocasionar el temible cáncer de piel.
Peligros del bronceado
No hay que olvidar que los rayos del sol siempre han sido beneficiosos para la naturaleza, pero exponerse al sol durante muchas horas puede provocar:
- quemaduras de primer o segundo grado
- insolaciones
- aparición de tumores y/o lunares malignos; entre otros.
A futuro las radiaciones solares provocan envejecimiento prematuro y la aparición de manchas en el rostro y el cuerpo, así como alteraciones oculares que podrían ocasionar cataratas.
Es preciso señalar que las personas con piel blanca siempre van a ser más susceptibles a los rayos UV y por ende a sufrir más daño. Asimismo, se considera que la piel de los trigueños y los morenos tienen mayor resistencia al sol, pues producen gran cantidad de melanina, lo que potencia sus defensas.
La “Tanorexia”
Lo más curioso de todo esto es que a pesar de los peligros que se conocen sobre la exposición prolongada al sol, existen personas que se obsesionan por lograr el bronceado perfecto, convirtiéndose en una manía o científicamente llamada “Tanorexia”. Según los especialistas dicha adicción afecta más a aquellas personas de piel pálida, quienes no escatiman gastos en métodos artificiales, como el solárium, o se exponen de manera prolongada a la luz solar.
“Las personas que sufren de Tanorexia tienen una preocupación muy exagerada e irracional por tener la piel bronceada. Muchas veces esta adicción puede llegar hasta límites antiestéticos e incluso peligrosos”, indica Aparcana.
En este punto, es muy importante hablar de los Solárium, pues, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) LAS CÁMARAS BRONCEADORAS emiten radiación A que aumenta el 75% de posibilidad de hacer un cáncer de piel o también llamado Melanoma.
Desde el 2009, estas peligrosas cámaras solares fueron prohibidas en varios países del mundo. En Latinoamérica solo Brasil impidió su uso en las clínicas estéticas, tras un estudio realizado por el Ministerio de Salud de dicha Nación.
Cuida tu piel, protege tu vida
Gracias al cambio climático, la Radiación Ultravioleta (UV) se ha ido incrementando considerablemente en los últimos tiempos. Esto ha hecho que los índices de cáncer a la piel vayan en aumento año tras año, porque no existe la sensibilización debida para el cuidado del cuerpo.
Es por ello, que recomendamos NO BRONCEARSE, ni mucho menos someterse a sesiones en la cama bronceadora ya que es el peor daño que pueda recibir la piel .
Si deseas tener un bronceado perfecto, puedes optar por las cremas bronceadoras, que al aplicarlas en el rostro o el cuerpo, inmediatamente obtendrás un tono marrón semejante al bronceado natural y esto sin la necesidad de exponerte a la Radiación Ultravioleta.
“Se recomendaría tener, en las primeras horas de la mañana, unos cinco minutos de exposición solar, vale decir, antes de las 10 am, unas dos o tres veces a la semana para sintetizar la vitamina D que existe en nosotros. Además no olvidemos el protector solar, básico en nuestra rutina diaria”, recomienda el Dr. Aparcana.