Uno de los tratamientos más utilizados en la actualidad, a nivel mundial, para aminorar considerablemente las arrugas en la cara, radica en el uso de esta toxina.
Si bien es cierto que la mejoría de las arrugas cutáneas graves y moderadas, es temporal, también es verdad que es uno de los mejores recursos para prevenir la formación de arrugas futuras.
Características del procedimiento con esta toxina
Antes que cualquier consideración, es preciso anotar que siempre debe ser administrada por un médico debidamente capacitado para tal efecto y, además, con el equipo apropiado y en las instalaciones adecuadas.
Los resultados de este procedimiento son bastante eficaces. Además, es cómodo y seguro, al tiempo que es ideal para los pacientes que pretenden eliminar esos surcos y/o arrugas que han aparecido en el rostro, como consecuencia de los gestos habituales, como es el caso de entrecerrar los ojos y fruncir el entrecejo.
Se trata de uno de los tratamientos faciales que tienen una utilidad, demostrada clínicamente como técnica no invasiva para rejuvenecer el rostro.
Elimina parte de las arrugas producidas por la contracción de los músculos faciales, primordialmente en el área de la frente, el contorno ocular, el entrecejo, el perímetro de la boca y el cuello.
Como bien lo explica el doctor Aparcana en este video, esta toxina es una proteína natural purificada que se extrae de la toxina botulínica.
Actúa, valga anotarlo, en la unión neuromuscular, esto es, en el lugar en el que confluyen el nervio responsable de la contracción del músculo y el músculo mismo.
Para tal efecto, se inyecta en la terminación nerviosa, punto en el cual inhibe la liberación de las vesículas que contienen un neurotransmisor que recibe el nombre de Acetilcolina que, dicho sea de paso, activa la contracción muscular.
Los resultados de este procedimiento son bastante eficaces. Además, es cómodo y seguro
Un tratamiento ideal para las arrugas en la cara
Además de lo ya anotado, esta toxina permite que los músculos pierdan su capacidad de contracción, de una manera completa, luego de pasadas 48 o 72 horas, al tiempo que la inactivación neuromuscular permanece por unos cuatro a seis meses.
En lo que respecta a la seguridad de este tratamiento, aspecto muy tenido en cuenta en la actualidad (debido a experiencias negativas, reportadas por prácticas indebidas por parte de empíricos), digamos que ha sido, suficientemente, probada.
Innumerables estudios médicos, realizados durante los últimos veinte años, han reportado que se trata de una terapia segura, eficaz y bastante bien tolerada por los pacientes.
Siempre y cuando se respeten los protocolos que, dicho sea de paso, son conocidos con la suficiencia adecuada, sólo por los médicos especializados en la materia, no habrá problemas, si es aplicado en las dosis y en las zonas adecuadas.
El tratamiento se suministra mediante inyecciones en el músculo respectivo. Se trata de unas filtraciones realizadas mediante un pequeño y sutil pinchazo, que es prácticamente imperceptible por el paciente, en vista de que se trabaja con una aguja muy fina.
En fin y a todas estas, en materia de tratamientos faciales, esta terapia ha demostrado ser bastante eficaz, segura y que, importante es anotarlo, previene la aparición de arrugas futuras.